DELICIOSAS CROQUETAS DE VERDURAS SIN HARINAS, NI HUEVO NI LECHE

Estas croquetas son rápidas de hacer, muy versátiles, porque puedes utilizar las verduras que tengas a mano en la nevera, y la verdad, deliciosas.

Están hechas sin utilizar ninguna harina, ni leche, ni huevo. En su lugar utilizamos la harina de garbanzos, por lo que además van a ser muy ricas en proteínas.

Como van hechas al horno, nos ahorramos también las calorías aportadas si fueran fritas.

Y están riquísimas, así que no hay dudas.

Esta receta está hecha para unas 24-26 croquetas. Yo prefiero hacer muchas y congelar las que no vaya a utilizar, así tengo una comida o una cena para un día que no tenga tiempo.

Manos a la obra.

INGREDIENTES:

- 2 tazas de harina de garbanzos: si no tenéis, como era mi caso el otro día, podéis triturar dos tazos de garbanzos con vuestro robot de cocina hasta conseguirla. Es la forma más barata y práctica de conseguir esta harina.

- verdura al gusto: yo he utilizado lo que tenía en casa. Como podéis ver en la foto, puse dos tomates maduros, una cebolla mediana, tres zanahorias y una patata. También os recomiendo utilizar champiñones o shitake si tenéis.

- Sal y pimienta.

- Un toque de cúrcuma.

- Mejorana (opcional).

- Aceite de oliva virgen extra - unas gotas para rehogar las verduras.

PREPARACIÓN:

Si no tenemos la harina, trituramos bien los garbanzos, que quede bastante finito. Reservamos.

Limpiamos y cortamos muy finamente todas las verduras. En una sartén, rehogamos la cebolla con unas gotas de aceite, y a continuación añadimos el resto. Pochamos bien, a fuego lento, salpimentamos y añadimos las hierbas.

Cuando tengamos la verdura pochadita, añadimos la harina de garbanzos y rehogamos un poco. Dejamos enfriar.

Precalentamos el horno a 180 grados.

Formamos las croquetas y las vamos disponiendo sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear.

Las metemos al horno durante unos 20 minutos, hasta que estén doraditas.

Están deliciosas acompañadas de una ensalada de tomate, con un poco de orégano, sal del himalaya y aceite de oliva.